Actualmente ha bajado a 150 el número de hermanos desaparecidos, anteriormente se había reportado más de 200, e inicialmente más de 300 (*).
El Dr. Mark Ottenweller informa por teléfono que ha ido bien en Haití la distribución de alimentos, agua y medicinas a los discípulos que están sufriendo en Puerto Príncipe. Mark y Stanley Dumornay han viajado desde Haití y hacia la frontera con República Dominicana. Ellos estarán de regreso en los EE.UU. hoy miércoles, si Dios quiere.
La situación en Puerto Príncipe sigue siendo desesperada, las carreteras están bloqueadas, no hay comunicación. Hasta ahora, 9 discípulos y 12 familiares han muerto. El número de desaparecidos en la iglesia es de unos 150, algunos de estos pueden haber ido a estar con la familia o parientes, otros, simplemente pueden estar atrapados en un barrio sin movilidad. Ciertamente que algunos deben haber muerto. No podemos saber el número de fallecidos hasta unas semanas más.
Los creyentes allá están en estado de shock. Su ciudad está en ruinas. Mark dijo que el pueblo haitiano lo está sobrellevando, pero es abrumador, la mayoría están como anestesiados. La iglesia es fuente de mucho ánimo, cantan en la mañana y en la tarde. También muchos lloran. Durante la noche, acampando en la propiedad de su edificio de la iglesia que se derrumbó, fueron sorprendidos por réplicas del sismo, gritos cercanos e incluso armas de fuego. Sin embargo, de alguna manera, los hermanos y hermanas siguen adelante con sus vidas.
Mark ha creado con HOPEworldwide una 'canalización' de la ayuda para seguir el flujo a la capital. Alimentos y medicinas puede venir de la vecina República Dominicana. Algunas buenas noticias es que los bancos están empezando a abrir. Wilner Cornerly estará llegando este fin de semana con más alimentos y médicos. Mark dejó un poco de dinero para que pudieran comprar más comida y el agua de esta semana.
El plan que la iglesia está considerando es la posibilidad de reubicar muchos de los discípulos que están en la propiedad a un pueblo a una hora llamado Mirebalais, las familias podrían empezar ahí, los niños pueden ir al colegio, está fuera de la zona de daños. Otros irán a otras ciudades para estar con sus familias o parientes. Algunos se mantendrán en la capital. Tenemos 8 iglesias en Haití, sólo Puerto Príncipe (Port-au-Prince) fue devastada. Las otras iglesias se dice que están bien.
Cuando las contribuciones lleguen desde otras iglesias, los discípulos serán capaces de reiniciar sus vidas. Los discípulos locales están preparando un presupuesto para la reubicación de algunos de los miembros de Mirebalais. Una etapa es reubicar. La segunda etapa será el apoyo continuo para los próximos 2 o 3 meses, ya que comprar los artículos básicos como ropa, camas, utensilios de cocina, etc. Etapa 3 sería para ayudar a la comunidad con un proyecto de algún tipo en las semanas y meses por venir. Discípulos de todo el mundo podrán ayudar con todas estas necesidades.
Cualquier persona de buena voluntad puede donar directamente a través de la institución Hope Worldwide que ha enviado voluntarios desde nuestra iglesia en República Dominicana, para proveer la ayuda que hoy es posible entregar a los hermanos y a los que están damnificados junto a ellos.
